A sus 65 años, el jurista Horacio Rosatti ocupa el cargo más alto del Poder Judicial: presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Su trayectoria, sin embargo, está atravesada por una paradoja política que hoy incomoda a los sectores más duros del kirchnerismo: fue funcionario de confianza de Néstor Kirchner, promovido luego por Mauricio Macri, y respaldado por el bloque completo del Frente de Todos en el Senado.
En un fallo histórico, la Corte Suprema de Justiciaconfirmó este jueves la sentencia que condena a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en el marco de la causa Vialidad, que investigó la corrupción estructural en la adjudicación de obra pública durante sus gobiernos. La resolución fue tomada en una reunión extraordinaria por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, quienes ratificaron el fallo dictado en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal N.º 2.
Con esta decisión, la exmandataria queda formalmente excluida de la competencia electoral de 2025 y podría enfrentar una orden de detención en las próximas horas, salvo disposición contraria del tribunal de ejecución. La sentencia representa un parteaguas institucional: por primera vez desde la recuperación democrática, una expresidente de la Nación recibe una condena penal firme por corrupción.
| La Derecha Diario
¿Quien es Horacio Rosatti?
Rosatti fue designado en 2003 como Procurador del Tesoro de la Nación y, apenas un año después, en julio de 2004, Néstor Kirchner lo nombró ministro de Justicia, cargo que ocupó hasta 2005. Su salida, atribuida oficialmente a “razones personales”, respondió en realidad a tensiones internas por el manejo de los fondos de obra pública. «Muchas veces uno tiene que plantarse y decir ‘no'», reveló Rosatti en una entrevista con TN en 2016, en alusión a una licitación para la construcción de cárceles que él debía supervisar y que estaba bajo la órbita de José López, entonces subsecretario de Obras Públicas, más tarde tristemente célebre por los bolsos con millones de dólares.
Ese desencuentro fue su puerta de salida del kirchnerismo, con el que había colaborado desde la asunción del propio Néstor. La ruptura fue definitiva.
En 2016, doce años después, Rosatti regresó a la escena política-judicial por la puerta grande: fue propuesto por el presidente Mauricio Macri como juez de la Corte Suprema —junto a Carlos Rosenkrantz— y tras la polémica inicial por el nombramiento por decreto, su pliego obtuvo los dos tercios del Senado, con el voto favorable de todo el bloque del Frente de Todos.
| La Derecha Diario
Rosatti asumió en junio de ese año, con una Corte reducida a tres miembros tras la salida de Eugenio Zaffaroni y Carlos Fayt. Compartió entonces mayoría con Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, conformando lo que se conoció como una «mayoría peronista», que en ocasiones votaba contra las posiciones del gobierno de Cambiemos, dejando aislado a Rosenkrantz.
En sus años en la Corte, Rosatti firmó fallos incómodos tanto para el macrismo como para el kirchnerismo. Por ejemplo, frenó el tarifazo del gas en 2016, pero en 2017 se pronunció a favor del pago del Impuesto a las Ganancias para nuevos jueces. También fue uno de los jueces que votó inicialmente el polémico 2×1 a genocidas —fallo que la Corte luego rectificó por la presión social—.
Más relevante aún para el presente político, Rosatti ratificó la condena del exvicepresidenteAmado Boudou por el caso Ciccone, y también se pronunció en contra de los recursos presentados por la dirigente kirchnerista Milagro Sala, condenada y con prisión domiciliaria desde 2016. En 2019, votó para impedir la re-reelección de los gobernadores Sergio Casas y Alberto Weretilneck, un fallo clave contra los intentos de perpetuación en el poder.
Las críticas de Cristina Fernández hacia Rosatti han sido sistemáticas desde su designación. En una durísima carta pública a fines de 2020, acusó a la Corte de “encabezar y dirigir el proceso de Lawfare” en su contra. “Esa articulación mediática-judicial para perseguir y encarcelar opositores se desplegó con toda su intensidad desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia y, lo que es peor: aún continúa”, sostuvo la exmandataria, en una frase que evidencia el tono conspirativo con el que suele referirse a su situación judicial.
La contradicción kirchnerista queda al desnudo: aquel jurista que Néstor llevó al gabinete y que el Frente de Todos votó sin objeciones para integrar la Corte, hoy se transforma en uno de sus principales enemigos políticos. En efecto, Rosatti fue uno de los tres jueces que condenaron a Cristina Kirchner.