Durante mis años cubriendo las incidencias del mundo Boca, jamás pensé ser testigo de un momento tan complejo, por no decir nefasto, como el que atraviesa el Xeneize.
Las lecciones no se aprendieron. Quedó eliminado en la fase dos de la Copa Libertadores de América ante Alianza Lima, luego sufrió la derrota con River con el tremendo gol de Franco Mastantuono y este martes 24 de junio cerró su participación en el Mundial de Clubes con un escandaloso empate. El equipo de Russo igualó ante un plantel que, en todo el torneo, había recibido 17 goles en contra.
Octavos de final del Mundial de Clubes: así se va armando el cuadro
Tal vez ya lo habíamos anticipado previo a su participación. Boca, tras la eliminación ante los peruanos en el Torneo Apertura, mostró una recuperación con un Gago muy observado. Sin embargo, la derrota en Núñez frente a un River también cuestionado no sostuvo esa mejoría, y el equipo boquense intentó rearmarse sin lograr dar la talla.
Llegó Herrón, y aparecieron los partidos definitorios del primer semestre. Al equipo del interino le costó ganarle a Lanús en octavos de final, y en la siguiente instancia, Independiente lo venció en su propia fortaleza, La Bombonera.
Preocupados por su desempeño, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme contactó a un conocido, convenciendo a Miguel Ángel Russo para que fuera el conductor en el evento más importante que el equipo disputó este año.
Si bien ante el Benfica la actitud fue diferente, el Xeneize no pudo asegurar la victoria en un compromiso donde pecó y, luego, los portugueses lo empataron jugando con un hombre menos.
Frente al Bayern Múnich, el trabajo fue un poco más vistoso. Los dirigidos por Russo se mostraron convencidos de poder marcar diferencias, pero al final los alemanes aceleraron y, antes del cierre, se quedaron con los tres puntos en disputa.
Con escasas opciones para clasificar a los octavos de final, Boca dependía de un triunfo germano y, por supuesto, de anotar varios goles a un combinado repleto de jugadores no profesionales.
Lo que sucedió en Nashville será recordado como uno de los partidos más discretos del conjunto boquense en los últimos tiempos. El equipo exhibió su peor rendimiento del torneo y no se lo vio seguro en el encuentro.
Sin duda, el planteamiento fue confuso y se pudo percibir que hay jugadores que no han demostrado estar a la altura de un club tan representativo como lo es Boca. ¿Esperaremos nuevos papelones en lo que resta del año?
GM