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El cine argentino no deja de dar batalla: hubo cinco estrenos

Entre ellos se destaca «El mensaje», film en blanco y negro de Iván Fund que ganó el Oso de Plata en Berlín, y el raro opus de José Campusano, «Los ojos de Van Gogh», hablada en inglés.

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«El mensaje», de Iván Fund, obtuvo el Oso de Plata en Berlín. Se estrenó esta semana.

Dicen algunos que el viaje es más importante que la llegada. Otros dicen que el medio es el mensaje. Y muchos, que la poesía no necesita ser explicada. Es algo que se siente, que acaricia el alma o resbala, o rebota, según cada persona o circunstancia. Esto último está bastante comprobado.

“El mensaje”, de Ivan Fund, no explicita su mensaje porque tiene cierto aliento poético, pero lo da a entender. Es una fábula con animales y todo que viene con moraleja, o moralejas, a cargo de cada uno. La personita que protagoniza esta historia todavía vive en la infancia, con su inocencia y su particular manera de entender a los adultos. Y puede hablar con los animales. ¿Esto último es verdad? ¿O ella se lo cree, una mujer que la tiene a cargo la “interpreta” y un hombre también a cargo les saca el jugo a los dueños de los bichos?

Como sea, esos dueños se van reconfortados. Y esas dos personas encargadas de la niña, ¿son parientes suyos? De algún modo forman una familia. Andan por los caminos ofreciendo esa especial comunicación con los seres queridos, y van a ver, ya llegarán, al lugar donde está la madre de la nena. Que, quieran o no, está creciendo. Por ahí va el cuento. Ivan Fund lo desarrolla con la mayor tranquilidad, despacio, y también con el mayor cariño, por los personajes, por las ilusiones, la dulce necesidad de seguir creyendo, y cariño también por su patria chica. La película está toda filmada en Crespo Campo y alrededores, con gente del lugar, con sus amigos, su esposa, su hija, el matrimonio Subiotto, que también son amigos. Película dulce, singular, bien pulida, bien actuada, de linda música y hermosa fotografía en blanco y negro, hecha con dos pesos juntados aquí y allá. Parece chiquita, pero se ganó el Premio Especial del Jurado en Berlín, el Oso de Plata. Es decir, no es tan chiquita.

También en blanco y negro son los notables trabajos de la fotógrafa Adriana Lestido. Parte de su obra, su vida y pensamiento, pueden apreciarse ahora en un retrato bien distendido, de colores suaves, “Yo y la que fui”, realizado por su discípula Constanza Niscovolos en una casa donde la luz entra por todas partes, vecina a la costa y el bosque. Allí vemos a Lestido alternando con animales, amistades y alumnas, y alternando también charlas fugaces y profundas (algunas fueron grabadas años antes para un archivo oral) con el resumen de sus experiencias: su casamiento jovencita, feliz, la tragedia casi inmediata, sus inicios como reportera gráfica, los aprendizajes en sucesivos talleres, el rechazo de una beca porque prefería seguir dedicada a lo que acá estaba haciendo en ese momento (ya después vendrían otras becas de igual o mayor prestigio), la creciente búsqueda del alma de las personas y el alma de las imágenes, sus andanzas por los extremos del mundo tentando lo absoluto, sus registros de madres, desde aquella famosa con su hijita en brazos en una manifestación de 1982, su propio deseo incumplido de ser madre. Uno de sus trabajos más conocidos es la serie Madres Presas, con fotografías tomadas a lo largo de tres años en el Penal de Ezeiza.

Coincide justo esta semana el estreno de “Los días con ella”, un documental de Matías Scarvaci sobre otras madres presas, filmado en la cárcel de Los Hornos, donde las condenadas pueden vivir con sus criaturas, pero solo hasta que éstas llegan a los cuatro años de edad. La película se centra en una mujer que ya estaba embarazada cuando recibió sentencia de 12 años. La criatura nació en la cárcel, su mundo es la celda, la galería, el patiecito con algunos juegos infantiles, la guardería, también un acto patrio, la llegada del pastor para bautizar a ella y a su madre, y la aparición de Papá Noel con regalitos para todos los chicos del penal. Ella es el mayor tesoro de la madre, está siempre con la mamá, hasta que de pronto un día la llevan a casa de unos familiares para ella casi desconocidos y al final de ese día, sin entender nada, se siente solita. Buen trabajo de seguimiento el de Scarvaci, que además amplía su mirada hacia otras mujeres, entre ellas una boliviana que ha vivido trabajando desde niña y ahora no se acostumbra a estar sin hacer nada.

Volvamos a las ficciones. Sorpresivamente, José C. Campusano deja por un momento sus historias de tipos recios del conurbano o de periferias patagónicas, y se propone un doble desafío: contar el drama de un pintor solitario que se siente como la reencarnación de otro, y contarlo en inglés. Eso es “Los ojos de Van Gogh”, variante fílmica de una pieza del off-Broadway titulada “Los últimos días de Vincent Van Gogh”, donde un solitario obligado a falsificar cuadros siente que ha de sufrir la misma muerte de Van Gogh, a manos del mismo imbécil que vuelve a reencarnarse. Asimismo, el infeliz siente nostalgia por una chica de nombre Sien, como llamaba el pintor a Cianina Hoornik, la mujercita que alguna vez lo atrajo.

Hay otras claves, el asunto es interesante y tiene sus buenos momentos de logrado y tortuoso clima onírico en la primera parte y hacia el final, amén de varios personajes laterales bastante llamativos (solo faltaría un pulido). Y sobre todo tiene a Donald Mann, autor y actor de la mencionada obra teatral, que aquí además de protagonista es coproductor y coguionista del film. Buen actor, con una caracterización que lo asemeja debidamente a Kirk Douglas haciendo de Van Gogh en “Sed de vivir”, también conocida como “El loco del pelo rojo”.

La lista de estrenos se cierra con la comedia dramática “Margarita”, de Florencia Calcagno. Ella la escribió con su hermano Leandro, aquí protagonista como un tipo joven confundido entre dos amores, una vieja leyenda, miedos e indecisiones propias de su edad y otros fastidios que, tomados en serio, podrían llevarnos al fin del mundo (si el mundo rockero no nos mata antes). Hay frescura, y un fondo inquietante. Nada mal para una opera prima.

*“El mensaje” (Argentina, España, Uruguay, 2025); Dir.: Iván Fund; Int.: Mara Bestelli, Marcelo Subiotto, Anika Bootz, Betania Cappato.

*“Yo y la que fui” (Argentina, 2025); Dir.: Constanza Niscovolos; documental.

“Los días con ella” (Argentina, 2025); Dir.: Matías Scarvaci; documental.

“Los ojos de Van Gogh”/ “Van Gogh’ Eyes” (Argentina-EEUU, 2025); Dir. José C. Campusano; Int.: Donald Mann, Enrique Abal, Sol Airaldi, Barbara Pombo.

+“Margarita” (Argentina, 2025); Dir.: Florencia Calcagno; Int.: Leandro Calcagno, Agustina Chipolini, Julian Paz Figuiera, Gabriela Ledo.

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