A mediados de febrero coincidieron en una fiesta de cumpleaños la jueza Julieta Makintach, su amiga María Lia Vidal Alemán y el guionista Juan Manuel “Chavo” D’Emilio. Fue un encuentro que duró apenas unos 10 minutos, pero sirvió para sentar las bases de lo que luego sería “Justicia Divina”, el documental que derivó en un escándalo judicial y la nulidad del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60).
La escena fue recreada por D’Emilio, un prestigioso guionista, en un descargo que presentó ante la Fiscalía N° 1 de San Isidro que investiga si Makintach incurrió en algún delito al autorizar la grabación de imágenes dentro de la sala de audiencias y protagonizar un documental que se estaba realizando en medio del debate por la muerte del Diez.
En su escrito, el “Chavo” D’Emilio sostuvo que al cumpleaños que asistió era de una amiga de su pareja y que a Makintach también se la presentó otra amiga, Vidal Alemán, a quien conocía como “La Negra Vidal” y con la que ya había compartido otros eventos sociales.
El nexo fue Vidal Alemán, quien le dijo al guionista que tenía que conocer a la jueza porque iba a ser quien iba a dirigir el juicio por la muerte del Maradona y él era fanático del ex capitán de la Selección Argentina y, además, estaba vinculado “mundo de la creatividad, escritura y la industria audiovisual”.
En el escrito presentado a la justicia meses atrás por Vidal Alemán, la mujer dijo ser “ama de casa y decoradora de interiores”, y afirmó que con la jueza Makintach las une “relación personal de amistad inquebrantable” que comenzó cuando compartieron el colegio primario.
La mujer calificó de “amateur” al proyecto y que la idea original era hacerle una entrevista a Makintach en su “rol de jueza y mujer”. Fue entonces que contactó a D’Emilio para saber si estaba interesado en sumarse, algo que “entusiasmó” al guionista.
“Nuestra ´idea creativa´ era mostrar la cuestión de un juicio de mucha trascendencia desde la perspectiva de una Juez, y por supuesto de poder concretarse sería luego de que el juicio terminara, la Jueza ya no estuviera en el caso, y siempre que ella autorizara formalmente cualquier tipo de publicación de su imagen”, indicó la mujer.
Y la idea siguió…
Pasado la fiesta de cumpleaños, en la que un vestuarista allí presente le ofreció a Makintach diseñarle el outfit para el potencial documental, D’Emilio y Vidal Alemán se volvieron a ver. Esta vez hablaron sobre la posibilidad de realizar el documental. El guionista ofreció escribir y presentar productoras con las que ya había trabajado. La mujer le reconoció que para ella “era una oportunidad única, que este era su sueño”, según manifestó él.
A los pocos días de esa conversación, más precisamente el 21 de febrero, Vidal Alemán y D’Emilio abonaron la módica suma de 1.400 pesos a la Cámara de Productores e Industriales de Fonogramas (Capif) y se presentaron en la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA) para resguardar la idea y el nombre “Justicia Divina”.
Finalmente, D’Emilio puso manos a la obra y comenzó con la escritura de la sinopsis del proyecto. Luego, con el inicio del juicio, comenzó a escribir el guion. Se trataría de un “guion vivo”, que iba a ser escrito a medida que pasaran las audiencias. La idea del guionista era plasmar dos o tres semanas de debate en un capítulo.
En paralelo, el guionista contactó a Juan Arnal, dueño de la productora audiovisual “La Doble”. El productor audiovisual también presentó un escrito en la causa en el cual mencionó que Makintach “conocía el contenido del proyecto y que se encontraba absolutamente de acuerdo con su realización”.
Por su parte, D’Emilio también sostuvo que la jueza tenía conocimiento del documental, y más precisamente de la “maqueta”, que según expresó “fue realizada y producida por La Doble a los efectos de intentar reflejar lo que sería el proyecto a futuro”.
La grabación
Las primeras imágenes fueron tomadas en el Palacio de Tribunales el domingo 9 de marzo, 48 antes del inicio del juicio más importante del año. Allí se la ve a Makintach caminando por los pasillos y el hall central.
Fueron parte del equipo Vidal Alemán, Arnal y el camarógrafo Jorge Huarte, contratado especialmente para esa jornada y para registrar momentos en el inicio del debate.
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Se cierra el cerco sobre la jueza Makintach y el juicio por la muerte de Maradona está a punto de caerse
Luego, durante la primera jornada del juicio se tomaron nuevas imágenes. Esta vez era en el despacho de la jueza, manipulando expedientes e ingresando a la sala de audiencias.
“Siempre estuvimos autorizados por la juez para llevar a cabo la actividad que se realizó”, sentenció Arnal Ponti. El productor fue categórico al describir como “imposible de disimular, esconder o camuflar” la cámara con la que Huarte filmó en plena audiencia, a la que él también asistió con unos llamativos anteojos negros que aclaró que no filmaban.
Las tomas reflejaban la postura de la jueza. Además, en los allanamientos donde se secuestró el material realizado había tomas del abogado Fernando Burlando y de Dalma Maradona.
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D’Emilio, en tanto, aclaró que durante esa semana estuvo de viaje con su pareja, por lo que comenzó a asistir al juicio unas audiencias más adelante, cuando tomó nota mientras pensaba en darle forma al documental.
“No me interesaba meterme en los lugares familiares de la historia. Honestamente, estaba alejado de si este proyecto iba a convertirse en una realidad o no, pero el juicio y su dinámica me atraparon de tal forma que seguí asistiendo de forma habitual y apostando yo por lo que imaginaba que podía escribir, incluso pensando en transformarlo en un libro si el proyecto documental no avanzara”, señaló.
El guionista también expresó que Arnal, en su rol de productor, le mencionaba “sus ansiedades y las ganas de filmar que tenía”, mientras se iba desarrollando las audiencias.
“Guion vivo”
Para los investigadores, el documental se estaba elaborando a través de un «guion vivo», es decir, que se iba escribiendo en función de lo que D’ Emilio y Vidal iban anotando en cada una de las audiencia a las que asistían.
El guion mencionaba situaciones que se dieron en las primeras jornadas, como la exclusión del debate de un abogado o la declaración de algunos testigos.
Eran seis capítulos titulados: “La justicia y los lugares”, “La justicia y los dioses”, “La justicia y los abogados”, “La justicia y los familiares”, “La justicia y el azar” y “La justicia y la sentencia”.
En las imágenes que se exhibieron en plena audiencia se pudo observar a la magistrada transitado por el Palacio de Tribunales o una entrevista mientras ella conducía su auto.
En el centro de la escena
La audiencia clave fue la del jueves 15 de mayo, donde como primer acto tomó la presidencia del debate Makintach, algo que duró muy poco tras la recusación de la mayoría de las partes.
Allí mismo, Julio Rivas, defensor del neurocirujano Leopoldo Luque, pidió identificar a D’Emilio y Vidal Alemán. El letrado aseguró que tenía la información de que estarían grabando un documental para la BBC de Inglaterra.
D´Emilio se presentó como un vecino de Vicente López, “escritor y maradoniano”. La mujer argumentó que era decoradora de interiores y que lo acompañaba a su amigo.
“Terminó esa audiencia y fue la primera vez que pensé o traté de entender si algo de lo que había hecho no estaba permitido. Hasta ese momento, siempre tuve la certeza de que todo estaba permitido por lo que habíamos conversado previamente con la Dra. Makintach», afirmó el guionista en su escrito.
Y agregó: «Si quien era para mí el máximo referente de un tribunal, me dice que se puede y que no se puede hacer, yo respeto esas indicaciones y voy a presenciar el juicio oral y público. ¿Cómo voy a dudarlo si fue la jueza quien me lo dijo? Lo que hice fue –y sigue siendo- escribir, en ejercicio pleno de mi libertad de hacerlo.»
Luego vendría lo que ya se conoce: Burlando y Mario Baudry presentaron una denuncia que comenzó a investigar la posible vinculación de Makintach con el documental. Unas jornadas después aparecieron las imágenes y el guion de los seis capítulos de “Justicia Divina”. El juicio terminaría nulo tras la recusación de todas las partes hacia la magistrada.
El descargo del guionista
Una vez conocido el escándalo judicial y decretada la nulidad del juicio, D’Emilio sostuvo en su escrito algunas “conclusiones personales”, en las que afirmó que nunca tuvo contactos con productoras como la BBC o PEGSA, esta última propiedad del ex jugador de Los Pumas Agustin Pichot y Juan Makintach, hermano de la jueza.
Aseguró que es “un profesional de la industria creativa” y que siempre “obró con dignidad y con buena fe”, aportando su punto de vista artístico “con los valores morales y éticos con los que siempre» se movió en su vida.
«Nunca tuve un antecedente penal. Así también eduqué a mis hijos. Trabajé toda mi vida, y sigo haciendo lo único que se hacer. Pensar ideas. Escribir. Y crear historias”, cerró.
AA