Algo que Biden -por incompetencia o por desidia- no pudo solucionar durante su mandato, Trump lo resolvió en 6 meses en la Casa Blanca. El tráfico migratorio en la región del Darién alcanzó su mínimo histórico.
La fuerte caída en el uso de esta ruta, utilizada por los inmigrantes colombianos, venezolanos y haitianos para llegar a los Estados Unidos, coincide con una disminución histórica de cruces ilegales en la frontera suroeste del país del norte en junio.
Solo 10 migrantes viajaron hacia el norte a través de la selva del Darién en junio, según Migración Panamá, una agencia que monitorea el movimiento migratorio en la región.
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Los inmigrantes ahora no llegan ni a la frontera.
La cifra proporcionada es la más baja en un mes desde la pandemia, cuando el tráfico prácticamente se detuvo por razones sanitarias, y desde principios de la década de 2010, cuando solo unos cientos de migrantes tomaban esa ruta cada mes.
En tiempos donde el gobierno de Biden dejaba pasar a todo el mundo por la frontera, casi 82,000 personas atravesaron la selva del Darién en agosto de 2023, lo que provocó una crisis sin precedentes en la frontera entre EE.UU. y México en las semanas siguientes.
Con todo, casi medio millón de personas cruzaron esta selva durante todo el 2023. Pero ahora, con Trump en el poder, los migrantes se están dando la vuelta antes de siquiera llegar a la frontera, confirmó la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin.
«El mundo está escuchando nuestro mensaje: las fronteras de Estados Unidos están cerradas para los infractores«, dijo McLaughin al medio Axios, añadiendo que este mínimo histórico representa una caída del 99,98% si lo comparamos con el nivel tráfico que había durante el gobierno anterior.
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Panamá celebra esta noticia.
Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo en una conferencia de prensa en marzo que su gobierno es el responsable de la caída del flujo migratorio, luego de ordenar el cierre de los centros de tránsito de migrantes a lo largo del Darién.
Incluso las aldeas a lo largo de esta selva, donde antes los residentes ganaban dinero ayudando a los migrantes, se han convertido en pueblos fantasmas, según informaron los medios locales.
La interrupción repentina del tráfico ha afectado a algunas comunidades indígenas que habían dejado la agricultura para dedicarse a transportar migrantes en botes a través de pantanos y venderles materiales para el viaje.
El Tapón del Darién es una franja selvática y pantanosa de 100 kilómetros de ancho -sin caminos, con cocodrilos, serpientes, terreno hostil y presencia de narcotraficantes- que se encuentra ubicada en el sureste de Panamá y era utilizada por inmigrantes para llegar a la frontera entre México y EE.UU.
