Por José Odisio
El Clásico rosarino siempre genera tensiones. Y eso tiene mucho que ver con las obligaciones, con todo lo que se pone en juego en este partido, ese que desvela a los hinchas, el que marca destino de jugadores y entrenadores, ese que entrega certificado de idolatría para algunos y condena al destierro a otros.
Y en los últimos años, para Newell’s fue un verdadero fastidio afrontarlo. Sin importar si venía de racha, ni la calidad del plantel, ni el puesto en la tabla. De una u otra forma, la adversidad clásica pasó a ser una mala costumbre, salvo un par de excepciones, como aquella victoria con gol agónico de Maxi Rodríguez, u otra un poco más cercana con el tanto de Juanchón García, ambos partidos en Arroyito.
Está vez el ánimo es distinto. No es que sobre entusiasmo o un optimismo desmedido, pero las tensiones previas, casi inevitables, no se notan tanto. Y el gran responsable de eso es Cristian Fabbiani, un entrenador con poco currículum y mucho vestuario. Y esa es la clave. El Ogro sabe de que se trata el Clásico. Lo jugó, nadie se lo contó. Conoce bien todo lo que se juega en este partido. Él mismo quedó marcado con aquel increíble «gol fallado» en la victoria 1 a 0 en el Parque en 2008. Y en la semana el DT hizo todo lo necesario para descomprimir tensiones. La previa fue exitosa, ahora dependerá de lo que haga el equipo dentro de la cancha, lo que proponga el DT, y lo que puedan ejecutar los futbolistas.
En ese sentido, el Newell’s de Fabbiani llega con buenos números. Más efectivo que vistoso. Y con un envión anímico importante por el pasaje a cuartos en la Copa Argentina, algo que genera expectativa de pelear por un título.
Tiene defectos, que en la previa podrían exponerse. Perder a Keylor Navas puso en el arco al paraguayo Espínola con mucha presión, y los antecedentes previos de algunos Clásicos perdidos por errores de arquero, genera cierta tensión en los hinchas leprosos. También aparecieron dudas en el juego aéreo defensivo, tal vez por ello pueda aparecer Fabián Noguera para fortalecer la zona. Y con el ex Estudiantes adentro, la Lepra gana un arma ofensiva interesante en la pelota parada a favor.
El otro debate pasa por el mediocampo. Perder a Regiardo por suspensión abre un hueco para David Sotelo, de buen pie y menos capacidad de marca. Habrá que ver si el Ogro se anima o le da una chance al uruguayo Fernández Figueira. Para que Banega tenga que jugar y no marcar.
Justamente Ever aparece para muchos como el jugador que puede marcar la diferencia en la Lepra. Y no está mal pensar así, aunque la realidad de los últimos partidos pone a otro futbolista con un mejor momento: Gonzalo Maroni. El ex Talleres aporta juego, dinámica y gol, para este Newell’s eso es un montón.
Lo cierto es que Newell’s llega al Clásico con buenos indicios. No le sobra nada, pero tiene argumentos para imaginar que puede ganar. El Ogro fue el responsable de este presente y sabe que una victoria lo pondría en un lugar muy importante en el corazón de los hinchas leprosos.